Sharing Yoga, the Language of Love

No matter the language we speak, communication is an art. Speaking someone’s language doesn’t mean you can understand or be understood by them. Just think of how much miscommunication happens in your own family. We must be willing to listen and to choose our words carefully in order to best serve one another.

This is the role of a yoga teacher on a daily basis. We must be able to assess each student—their capacity to learn, their willingness to learn, and their natural skills—and then address them efficiently and lovingly. When you’ve tried many ways of saying the same thing and a student still doesn’t understand, you need to be willing to express yourself yet again, in a fresh way, so that the student feels safe learning with you. This takes practice, patience, and skill.

This gets even more complicated when you’re teaching in a language other than your native tongue. Take a language like Spanish—in each of the 21 countries where it’s spoken, there are different dialects and different definitions for the same words. You might be saying a bad word in one country when, in another country, it’s commonly used. (Let’s just say that this has provided plenty of funny moments in my travels.) And yoga presents specific challenges—it can be as abstract and hard to digest as quantum physics and gluten, respectively.

It’s humbling and a true honor to represent yoga in the Hispanic community and to represent Hispanics in the yoga community. My approach to yoga is designed to be practical and concrete, and it’s not just about the physical postures. Speaking at a conference in Chile about how to live a full and healthy life according to the ancient teachings of yoga, I found it exhilarating to translate Vedanta on the spot. Besides the fact that I love a good challenge, I could see that this was the first time my audience had heard these teachings in this way. The contemplation in the room was palpable. When I address Spanish-speaking audiences, I realize how much these ancient teachings are missed in the Hispanic community, yet are so needed.

Sharing yoga with so many different cultures has taught me that—regardless of language, race, religion, culture, age, customs, gender, occupation, social status, sexual orientation, background, or community—everyone needs yoga, because everyone needs love. Its wisdom relates to all human beings. At its heart, this universal language of love has no words, no syllables, no dialect, and no boundaries.

Teaching yoga in Spanish and English has helped me see how much we are all the same on the physical and emotional levels. We all have the same fears, the same aches, the same wounds, the same joys. Nothing external is needed to understand a smile, a laugh, or a tear. All that’s needed is the willingness to listen and to share a loving space with another human being. That’s how the language of love spreads.

Rina Jakubowicz, founder of Rina Yoga, is a bilingual yoga teacher, Reiki practitioner, motivational speaker, author, and television host. She runs three Rina Yoga studios in the Miami area, and created the yoga app Snooze Yoga. rinajakubowicz.com

Compartiendo el Yoga, el Idioma del Amor

de Rina Jakubowicz

No importa la lengua que hablemos, la comunicación es un arte. El que hablemos el mismo idioma, no quiere decir que nos entendamos. Piensen en lo difícil que es a veces entendernos dentro de nuestra familia. Debemos estar dispuestos a escuchar y escoger nuestras palabras con mucho cuidado para así podernos entender mejor.

Esta es la función diaria del profesor de yoga. Debemos poder evaluar a cada estudiante para ayudarle de forma más efectiva observando su capacidad y motivación para aprender, y reconocer sus habilidades naturales. Como maestra, una intenta explicar lo mismo de varias maneras y aunque el estudiante no lo capte, tiene que ser creativa para que confíen en ti y en el proceso. Esto require estrategias, práctica, y paciencia.

Esto es aún más complicado cuando no estás enseñando en tu lengua natal. Por ejemplo, en cada uno de los 21 países donde se habla español, hay diferentes dialectos y diferentes definiciones para una misma palabra. La misma palabra puede ser una ofensa en un país, mientras que en otros no lo es. (Imagínense los momentos muy cómicos que me han sucedido a través de mis viajes.) El yoga presenta también retos específicos; puede ser tan abstracto y difícil de digerir como la física cuántica y el gluten respectivamente.

Es un acto de humildad y honor representar el yoga en una comunidad hispana. Mi enfoque está en diseñar el yoga para que sea práctico y concreto, y no es solamente sobre las posturas físicas. En una conferencia en Chile hablé sobre cómo vivir una vida plena y saludable de acuerdo con las enseñanzas del yoga y de los grandes maestros. Me sorprendí cuando pude traducir Vedanta espontáneamente. Aparte del hecho que me gustan los retos, me di cuenta que ésta era la primera vez que la audiencia había escuchado estas enseñanzas de esta manera. Era evidente que estaban sorprendidos pero con la mente abierta a estas enseñanzas. Allí fue cuando comprendí cuánto estas enseñanzas podrían ayudar a las comunidades hispanas.

Al compartir el yoga con muchas diferentes culturas, he aprendido que no importa la lengua, la raza, la religión, la cultura, la edad, los costumbres, el género, la ocupación, el estatus social, la orientación sexual, o la comunidad, todos necesitamos yoga porque todos necesitamos amor. La sabiduría del yoga se relaciona con todos los seres humanos y los seres vivos. En su centro, este idioma universal del amor no conoce ni sílabas, ni dialectos, ni fronteras.

Al enseñar yoga en español y en inglés me ha ayudado a descubrir que todos somos iguales en lo físico y emocional. Todos tenemos los mismos miedos, dolores, las mismas heridas y alegrías. Para entender una sonrisa, una lágrima, o una risa, todo lo que necesitamos es el deseo de escuchar y compartir un entorno de amor con otros seres humanos. Les pido que miren a una persona extranjera hoy y le manden amor desde lejos. Aunque ellos no sepan que se lo estás mandando, tu lo sabes y eso te va a llenar de una manera muy profunda. Así es cómo el lenguaje del amor se difunde.

Rina Jakubowicz es fundadora de Rina Yoga, profesora bilingüe de yoga, practicante de Reiki, conferencista motivacional, autora, y animadora de televisión. Ella es propietaria y administradora de dos estudios de Rina Yoga en Miami, y creadora del app de yoga Snooze Yoga. rinajakubowicz.com

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Rina Jakubowicz, founder of Rina Yoga, is a bilingual yoga teacher, Reiki practitioner, motivational speaker, author, and television host.

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